Himno
Al mundo impío Dios amó,
perdido en su maldad,
Y a gran precio le salvó
de buena voluntad.
Coro:
¡Oh, qué amor! ¡qué inmenso amor!
No hay otro amor así;
Dios desde el cielo al Salvador
Mandó a morir por mí.
Y ahora es mío por la fe
el don de Dios, Jesús:
Mi redención por sangre fue,
la sangre de la cruz.
La gloriosa plenitud
de la Divinidad
en Cristo está:
Por su virtud me da la santidad.
Aliéntate, oh alma fiel,
pues Cristo te dará,
Felicidad aquí con El,
y gloria eterna allá.