Himno
Allí la puerta abierta está,
su luz es refulgente,
La cruz de Cristo veo allá,
señal de amor ferviente.
Coro:
¡Oh cuánto me amas, Cristo así,
Que te entregaste Tú por mí!
Por mí, por mí.
Y quiero entrar por Ti.
Y los que buscan salvación,
la entrada franca tienen;
No hay pobres, ricos ni nación,
para los que a ella vienen.
Pasado el río más allá,
en la feroz pradera,
La paga de la cruz está,
eterna primavera.