Himno
Confío yo en Cristo,
quien en la cruz murió;
por esa muerte listo,
al cielo viajo yo.
Con sangre tan valiosa
lavó mis culpas Él;
la derramó copiosa
mi Salvador tan fiel.
Me cubre su justicia
de plena perfección;
eres, Jesús, delicia,
eres mi salvación.
Jesús, en ti descanso,
reposo Tú me das;
con calma ahora avanzo
al cielo donde estás.
A disfrutar invitas
contigo, mi Señor,
delicias infinitas
y celestial amor.
Espero yo mirarte,
oír tu dulce voz;
espero yo cantarte,
mi Salvador y Dios.