Himno
Llaman, llaman, ¿quién va allá?
¡Abran, abran! ¿quién será?
Soy un huésped muy hermoso,
en el mundo sin igual,
Mi semblante es cariñoso,
¿No podré Yo pisar tu umbral?
Llaman, llaman, ¿quién va allá?
¡Abran, abran! Aún está,
¡Oh que puerta tan cerrada!
¡cuán difícil es de abrir!
Mi visita es despreciada,
no me quieres recibir.
Llaman, llaman, ¿quien va allá?
¡Abran, abran! No se va,
“De rocío estoy bañado,
no me canso de esperar,
¡Ay del corazón helado,
que me llegue a rechazar!”
Abro, abro, oh Salvador;
entra, entra en tu amor;
Tu paciencia me ha vencido,
soy de corazón de Ti;
Entra Tú, y bienvenido,
haz morada ahora en mí.