Himno
¡El Señor no me engaña!
Es muchísimo mejor
que el concepto más sublime
que tenía del Señor;
Cuanto más yo le conozco,
tanto más le encuentro fiel,
Y deseo que los otros vengan
a creer en El. (Bis)
¡El Señor no me engaña!
Del pecado me salvó,
Y de toda la tristeza
que a mi espíritu oprimió,
Su presencia me ha librado
y su beso que me da,
Me asegura que por siempre
su amor no cesará. (Bis)
¡El Señor no me engaña!
Otra vez El volverá,
Y mi corazón me indica
que el día cerca está.
Este mundo, dice el hombre,
ningún cambio sufrirá,
Cristo dice: “Vengo en breve”
y seguridad me da. (Bis)
¡El Señor no me engaña!
Todo en todo El ya es,
Salvador quien santifica,
más precioso cada vez;,
Tiene El ya mis afectos,
suple mi necesidad,
¡El Señor no me engaña!
Es el colmo de bondad. (Bis)