Himno
Es nuestra vida cual vapora
que, navegando sin timón,
contra las olas de terror
camina a eterna perdición.
Sobre la mar que tan feroz
agítase con gran pavor,
en tonos claros una voz
está clamando con amor.
Coro:
Socorro hay y salvación
de la tormenta y tempestad,
pues es Jesús por su pasión
camino, vida, luz, verdad.
El náufrago en su gran temor,
la noche acercándose,
desesperado con terror
el bote salvavidas ve.
Con rapidez camina ya,
a bordo está el Salvador
con brazos fuertes a salvar,
-del mar y viento es Señor-.
Se oye un grito: – “¡Sálvame!
Perezco en aguas del terror;
seguro me refugiaré
en la ternura de tu amor.
El ancla mía fija está,
mi Salvador es mi sostén;
El cable firme quedará
en toda furia del vaivén”.