Himno
Jesús, veraz amigo,
contigo salvo estoy,
Seguro del peligro
por siempre igual que hoy;
No quiero los placeres
que el necio mundo da,
Te quiero y también quieres
contigo verme allá.
¿Dónde es que yo reposo
sino en tu grande amor?,
Nadie es tan bondadoso
cual es mi Salvador;
Mis sendas esclareces,
guiando aquí mis pies,
De mí te compadeces,
pues Tú mis cuitas ves.
¿Por qué sentir tristeza?
Tu nombre celestial
Será mi fortaleza
y mi poder cabal.
Tomé la cruz y sigo a Ti,
mi Redentor,
Y siempre irán conmigo
tu gracia y tu favor.
En toda mi tristeza,
en toda mi aflicción,
Jesús es mi firmeza,
El es mi salvación;
No temo del peligro,
me guarda mi Señor,
¡Querido y buen amigo,
Jesús mi Salvador!