Himno

La noche se pasa, las sombras se van;
la “Estrella del Alba” no puede tardar.
El día aguardamos con férvido afán,
por ver su llegada bueno es madrugar.

Aún duerme este mundo, no siente ni ve,
dispuesto en la sombra de noche a quedar;
Mas si él “la venida gloriosa” no cree,
al hijo del día bueno es madrugar.

¡Qué suerte dichosa por tal porvenir,
en luz refulgente su faz contemplar!
¡Oh, qué dignidad su semblanza adquirir,
conviene por tal bendición madrugar!

Momentos dichosos, Jesús, para ti,
tu esposa querida a la gloria llevar.
Su consumación efectuando así:
¡por tal alegría bueno es madrugar!

Demo

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