Himno
¡Redentor! ¡Oh, que belleza
En tal título se ve!
Cristo sólo, con certeza,
Digno de llevarlo fue.
¡Redentor! ¡Qué alegría tuyo ser!
En miseria sumergido,
De Satán esclavo fui;
Tú escuchaste mi gemido
Cuando sin valor me vi.
¡Redentor! Tú me diste libertad.
Cuando a tu celeste gloria
Al final he de llegar,
Y con himnos de victoria
Tus loores entonar.
¡Redentor!¡Qué alegría celestial!