Himno
Ven, de todo bien la fuente,
Ven, eterno Salvador.
Ven, ayúdame a cantarte
Dignos cantos de loor.
Tú, Señor, por mí moriste,
Quiero yo por Ti vivir;
Sólo Tú eres mi esperanza,
Sólo Tú mi porvenir.
Triste yo era y extraviado,
Cuando Cristo me buscó;
De la muerte por salvarme
El su sangre derramó.
En su muerte de cariño
Vida, paz, perdón hallé;
Y por El la vida eterna
En el cielo gozaré.
De tu gracia, oh bien amado,
Soy continuo deudor;
Más y más a Ti me atraes
Por los lazos de tu amor.
Ven, de todo bien la fuente,
Fuente de mi salvación;
Doy a Ti mis alabanzas,
Doy a Ti mi corazón.