Himno
Aquí tu rostro puedo ver, Señor,
A lo invisible alcanza aquí la fe;
De nuevo abrazo aquí tu inmenso amor,
Y mi solicitud en Ti echaré.
Aquí del pan partido tomaré
Y de la copa de tu comunión;
El Nombre de mi Dios invocaré,
Gozándome en la paz de salvación.
La culpa del pecado mía fue,
Mas tuya fue la sangre de la cruz;
Por ella y tu justicia tengo, sé,
Perdón, vestido y paz, Señor Jesús.
Sólo en tu brazo eterno confiaré,
No tengo apoyo más que en Ti, Señor;
Está mi fortaleza en tu poder,
Basta, de veras, basta ¡oh Redentor!
Nos levantarnos de la cena aquí,
La fiesta pasa mas no así el amor;
Todo se va, mas Tú te quedas, sí,
Cerca, muy cerca, amado Salvador.