Himno

Cordero, Tú, de Dios,
bebiendo Tú por nos
la copa amarga en triste cruz,
salvástenos.

Confiamos en tu amor,
Jesús, el Salvador;
pues eres sacerdote fiel
y buen Pastor.

Sólo eres Tú sostén,
y Tú nos guiarás
hasta la gloria, oh Salvador,
a ver tu faz.

Demo

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