Himno
¡Dulces momentos consoladores,
Los que yo paso junto a la cruz!
Allí sufriendo crueles dolores
Veo al cordero, Cristo Jesús.
Veo los brazos de su amor abiertos,
Que me convidan llegar a El;
Y haciendo suyos mis desaciertos,
Por mí sus labios gustan la hiel.
Veo su angustia ya terminada,
Hecha la ofrenda de expiación;
Su noble frente, mustia, inclinada,
Y consumada mi redención.
¡Dulces momentos, ricos en dones
De paz y gracia, de vida y luz!
Sólo hay consuelos y bendiciones
Cerca de Cristo, junto a la cruz.