Himno
Loámoste Señor Jesús,
Quien eres ensalzado
Al Salvador, que por amor
Del mundo fue humillado.
En Ti podemos contemplar
La imagen de Dios vivo,
Quien tanto amó, que te entregó,
Y en Ti ya nos recibe.
De aquella eterna comunión,
Donde con el Padre estabas,
Venir quisiste a reunir
A los que se extraviaban.
En Ti el pecado se cargó,
La maldición llevaste;
Fue sólo así, muriendo allí,
Que nuestra paz compraste.
Tú levantado al cielo estás,
Y no hay quien nos condene;
Salvada está tu iglesia ya
Y paz perfecta tiene.
En majestad sentado estás,
Cabeza de tu iglesia;
Digno eres, si, que dente allí,
Loor y gloria eterna.
Pues alabámoste Señor,
Por lo que Tú nos eres,
Y hasta que veámoste
Rogamos que nos guardes.
Ven pronto para conducir
Tu iglesia de este suelo,
Para ocupar su eterno hogar,
Contigo allí en el cielo.