Himno

Ni sangre hay, ni altar,
Cesó la ofrenda ya;
No sube llama ni humo hoy,
Ni más cordero habrá;
Empero ¡he aquí la sangre de Jesús!
Que quita la maldad y al hombre da salud.

Con gratitud, Señor,
La sangre veo brotar,
Que dio la paz al pecador,
Triunfando en su lugar.
Gran triunfo sobre el reino de Satán,
Ni queda un enemigo, ni otra lucha habrá.

Con gratitud, Señor,
Tu gracia acepto yo,
Que sobrepuja nuestro mal,
Del Padre es este amor;
Amor del Hijo eterno que murió,
Y amor del Santo Espíritu, del Trino Dios.

Con gratitud, Señor,
Acójome a trabar
En la esperanza que nos das,
Cual ancla firme está;
Del velo adentro, donde el Precursor
Entró, y hoy vive por nosotros ante Dios.

Con gratitud, Señor,
Corona espero yo,
De vida y gloria ceñirás
A cada vencedor.
Ningún laurel marchito el Juez dará,
Mas como el trono eterno de Jehová será.

Demo

Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on email

Navegación

Temáticas

Subtemáticas