Himno
Señor, Tú eres Hijo del Padre potente,
aun antes del mundo creado existente.
En ti se reúnen las glorias celestes,
loores te rinden del cielo las huestes.
Jesús, Emanuel es tu nombre selecto;
viniste a la tierra cual hombre perfecto.
Moriste en la cruz, ¡oh misterio sublime!
Tu muerte al humano perdido redime.
Cristo, en la magnífica altura asentado,
esperas el día glorioso, anhelado,
en el que serate este mundo sujeto,
y el plan de tu Padre hallarase completo.