Himno
¡Oh, nuestro Padre! ahora
venimos a pedir
Bendigas a los novios
que acábanse de unir;
Corónalos, ¡Oh, Padre!
con celestial favor,
Haz Tú que estén constantes,
y fieles en amor.
Y Tú, Señor amante,
que sufriste en la cruz,
Que así tu amada iglesia
gozara eterna luz,
Ayúdalos, rogamos,
a preparar su hogar,
Cuál el de Betania,
do tú podrás morar.
Espíritu Divino,
tú fiel Consolador,
En pruebas de la vida,
en goces o aflicción,
Que tengan tu potencia
en toda plenitud,
Y en santidad de vida
demuestren tu virtud.
¡Oh, Trino Dios eterno!
Escucha esta oración,
Y en vuestro amor tan tierno,
danos contestación,
Haz Tú que sea vista
en su felicidad,
De Cristo y de su Iglesia
la eterna unidad.