Himno
Con estos ojitos que Dios me ha dado
a él tengo que mirar,
y en el camino por él enseñado
ahora yo he de andar.
Mis piecesitos a él obedientes
sus sendas han de guardar,
y estos oídos a lo que es puro
sólo deben escuchar.
Con estas manitas, siempre sumisas,
servir debo al Salvador;
Con corazoncito buscar sus sonrisas,
con boca cantar su amor.
Y cuando al cielo por Dios sea llamado
para ir al Señor Jesús,
a mi cabecita por él será dada
corona de gloria y luz.