Himno
No soy rescatado con oro o con plata,
No sirve el dinero a los ojos de Dios,
La sangre preciosa de Cristo fue el precio
De mi redención de la condenación.
Coro:
Yo nada soy, y nada tengo,
Con amor pensaste en mí,
Moriste Tú por mis pecados,
¡Oh, Señor! confío en Ti.
No soy rescatado con oro o con plata,
El oro no compra la gracia de Dios.
Si fuera por oro sería un negocio,
Mas Cristo por todos su sangre vertió.
No soy rescatado con oro o con plata,
Pensando en mis culpas tenía temor,
Y al ver que la sangre borró mis pecados,
Huyeron las dudas de mi corazón.