Himno
¿Cómo en su sangre pudo haber
Tanta ventura para mí?
Si yo sus penas agravé
Y de su muerte causa fui.
¿Hay maravilla cual su amor?
¡Morir por mí con tal dolor!
¿Hay maravilla cual su amor?
¡Morir por mí con tal dolor!
¡Hondo misterio! ¡El Inmortal
Hacerse hombre y sucumbir!
En vano intenta sondear
Tanto prodigio el querubín.
Mentes excelsas ¡no inquirid!
Y al Dios y Hombre bendecid.
Mentes excelsas ¡no inquirid!
Y al Dios y Hombre bendecid.
Nada retiene al descender
Sino su amor y su deidad;
Todo lo entrega: gloria, prez,
Corona, trono, majestad.
Ver redimidos es su afán,
Los tristes hijos de Adán.
Ver redimidos es su afán,
Los tristes hijos de Adán.
Mi alma, atada en la prisión,
Anhela redención y paz.
De pronto vierte sobre mí
La luz radiante de su faz.
Cayeron mis cadenas, vi
Mi libertad y le seguí.
Cayeron mis cadenas, vi
Mi libertad y le seguí.
¡Jesús es mío! Vivo en El,
No temo ya condenación.
El es mi todo: paz, salud,
Justicia, luz y redención.
Me guarda el trono eternal,
Por él corona celestial.
Me guarda el trono eternal,
Por él corona celestial.