Himno

¿Oyes cómo el Evangelio
al cansado ofrece paz?
Pues segura, ¡oh alma mía!
la promesa a ti se da.
Bien alguno en mí no veo,
corrupción tan sólo hay;
Cansado estoy, y el cansado
busca alivio con afán.

En el arca la paloma
encontró do reposar;
para mi alma atribulada
arca el Señor será.
Combatido vengo, y crece
el diluvio sin cesar.
Ábreme, Jesús, y en vano
rugirá la tempestad.

Cobijada ya en tu seno
puede el alma respirar;
el reposo que prometes
siempre da segura paz.
¡Oh! cuán dulce en mis oídos
suena tu voz celestial:
“¡Ven a mí, ven que el descanso
sólo en mí podrás hallar!”.

Demo

Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on email

Navegación

Temáticas

Subtemáticas